Para los hombres intrépidos que exploran cientos de espacios de esta ciudad ajetreada, por lo que necesitan de una estela fresca, duradera y ágil.
Este perfume se ajusta a dichas necesidades, ya que se vale de un inicio cítrico con matices acuosos y ligeramente dulce, mismo que se sirve de notas de mandarina, bergamota y toronja. Luego, al paso de media hora o una, se abre el corazón de la fragancia, protagonizado por notas verdes y de corte floral que perpetúan el frescor en cada gota de romero, lavandín y espliego.
En su cierre el contraste es notorio, pues se despiertan aromas profundos y con mucha proyección aromática debido al uso de maderas preciosas como el vetiver y el benjuí, los cuales se adaptan muy bien a las tonalidades alcanforadas del pachulí.
Un perfume elegante, moderado y fresco son los atributos que mejor lo describen.